SOMOS UN ECOSISTEMA
un viaje por el microbioma humano

Exposición de microbiología en Antofagasta

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Patógenos.

A veces llegan o infectan otros microorganismos no deseados llamados patógenos. Estos microorganismos son capaces de producir enfermedades o daño en quien habita, y digámoslo, estos son los microorganismos más conocidos cuando pensamos sobre microorganismos. Pero, estos representan sólo una pequeña fracción de toda la diversidad existente y que hemos visto hasta ahora.

Hay patógenos de plantas, peces, perros e incluso podríamos decir que los bacteriófagos también lo serían para bacterias. También hay algunos patógenos que infectan humanos, como el actual SARS-COV-2, causante de la COVID-19.

¿Los patógenos son parte del microbioma? Si y no. Hay patógenos que pueden entrar a nuestro cuerpo y enfermarnos (como el virus de la gripe), pero no es parte estable de nuestro ecosistema. Pero, por otro lado, cuando nuestro ecosistema se desbalanza, algunos microorganismos pueden ser más abundantes y dañarnos (ej. bacterias relacionadas al acné), como dicen la dosis hace al veneno.

Si un patógeno quiere habitar nuestro cuerpo, tanto nuestro sistema inmune como nuestro microbioma se ve influenciado y cambia su dinámica. Cuando un patógeno nos infecta, existen diferentes tratamientos que podemos tomar, como los antibióticos. Aunque podemos prevenir muchas enfermedades también con las vacunas.

¿Por qué hay cada vez más patógenos?

No hay una sola razón, pues es una consecuencia interseccional de varias aristas. Existen varias posibilidades, cómo el cambio climático y la contaminación causada por actividad humana. El aumento de la temperatura del mar estaría provocando el aumento en la abundancia de patógenos, cómo V. cholerae. También microorganismos -que también pueden ser patógenos- han usado el microplástico (plástico microscópico) como barco para viajar y dispersarse por las corrientes marinas. Las acciones humanas tienen consecuencias en el medio ambiente, por lo mismo su cuidado también es una prioridad para el cuidado de nuestra salud y el planeta.

Antibióticos.

Los antibióticos son compuestos que inhiben o impiden el crecimiento de microorganismos sensibles a este (ej. penicilina, cloranfenicol). Su uso es exclusivo para cuando tenemos una enfermedad o infección de un patógeno (requiere autorización médica). Aunque este no solo afecta a este microorganismo, sino que a todo el microbioma. Hasta un año se tarda el microbioma en recuperarse después de un tratamiento con antibióticos. Además, su efecto puede ser un riesgo mayor a una edad menor, teniendo también un efecto acumulativo en cada persona. Por ello, es que debemos consumirlos con responsabilidad y solo bajo supervisión médica.

Los patógenos pueden adquirir resistencia a uno o más antibióticos y hacerse multirresistentes, necesitando antibióticos cada vez más fuertes para eliminarlos. En el video vemos un ejemplo de cómo una especie bacteriana que era inicialmente sensible, con el tiempo se adapta y logra crecer a cada vez mayor concentración de antibióticos.

Cada vez es más difícil tratar enfermedades e infecciones de patógenos multirresistentes a antibióticos, y por eso es muy importante tomar nuestros tratamientos de forma responsable. Especialistas en investigación están en la búsqueda de nuevos antibióticos en ambientes extremos como el desierto (ej. desde bacterias del género Streptomyces y hongos filamentosos), y también nuevos tratamientos:

  • Terapia bacteriófagos. En general, los bacteriófagos pueden infectar una cepa específica de bacteria. Este tratamiento usa bacteriófagos específicos para el patógeno, así no afecta nuestra microbiota ni nuestra persona.
  • Terapia fecal. Si, existe. Similar a un probiótico, en este se transfieren microorganismos base del microbioma intestinal de una persona sana a una persona enferma para ayudar a su recuperación.

¿Cómo cuidarnos? Cuidando nuestro ecosistema (microbioma, salud física y mental), realizando tratamientos con la autorización de un/a médico/a especialista y vacunándonos. Más información.

De epidemias y pandemias.

El brote de una nueva enfermedad en un país es llamada epidemia, y estas son recurrentes en la historia de la humanidad. La lista de ejemplos es larga y algunas son: Siglo VI (DC), imperio Bizantino; peste negra 1348-1350, Europa (Yersinia pestis). América: gripe, sarampión, sífilis (etc) en el proceso de invasión y colonización, los principales afectados fueron los pueblos originarios. Todo Chile: primer registro con viruela (1554); Otras como malaria (1865), cólera (1886-1888), Listeriosis (2008-2009), H1N1/09 (2009-2010). Salitreras (Antofagasta): brote grave de fiebre amarilla (1903; 1912), Tifus (1912). Hoy en día continúan las pandemias de SIDA (1990) y COVID-19 (2020).

Desarrollo científico. El desarrollo científico ha permitido controlar o erradicar epidemias, pero antes la muerte era invisible y era causada por “mal de ojo” o “emanaciones pustulentas”. Las investigaciones han permitido comprender el desarrollo de epidemias, los microorganismos causantes y desarrollar métodos preventivos y tratamientos. Hoy con la pandemia (epidemia global) podemos presenciar el desarrollo de la ciencia en tiempo real, viendo en directo los últimos hallazgos y aplicando este conocimiento en nuestras acciones.

COVID-19 y SARS-COV-2.

SARS-COV-2: Es un virus, parte de la familia de los Coronavirus y su nombre significa Coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo grave, inglés: Severe Acute Respiratory Syndrome-related CoronaVirus-2.
Dentro de esta especie, han aparecido varias variantes desde distintos lugares, ya que el virus también puede adaptarse a los cambios. Por ello es clave apoyar la investigación y realizar monitoreos de las variantes en el territorio.

Partes o estructuras de la partícula viral: Dibujo con las partes correspondientes a Espícula o proteína Spike (se une a las células humanas y con ella puede entrar a estas), membrana (cubre la partícula como un envoltorio), proteínas HE, envuelta lipídica, material genético (ARN) y nucleoproteínas. (imagen de referencia, fuente).

COVID-19. Enfermedad pandémica causada por SARS-COV-2, enfermedad por Coronavirus del 2019, inglés: COronaVirus Disease-19

Síntomas más comunes: Tos, fiebre, cansancio; otros síntomas: congestión nasal, secreción nasal, dolor de garganta y/o cabeza, diarrea, fatiga, dificultad al respirar. Recuerda que también hay personas asintomáticas o que no presentan estos síntomas, así que siempre debemos tener precaución.

Serie de acontecimientos: En el caso de la pandemia de COVID-19, inició su registro primeramente en pacientes con neumonía en Wuhan (diciembre, 2019); donde se identifica un nuevo Coronavirus (9 enero, 2019); luego la confirmación transmisión persona-persona (20 enero, 2020); se define COVID-19 y SARS-COV-2 (11 febrero, 2020); la OMS afirma el alto riesgo global (28 febrero, 2020); primer paciente de COVID-19 en Chile (3 marzo, 2020); se anuncia estado de excepción constitucional de catástrofe (18 marzo, 2020) e inicia toque de queda (22 marzo, 2020) y cuarentenas (26 marzo, 2020); primera persona vacunada en Chile (8 diciembre, 2020); >12 millones personas han recibido dosis completa de vacunas (Fuente: informe DEIS MINSAL al 24 de Septiembre, 2021).
Al 24 de Septiembre, más de 1 millón y medio de casos reportados y más de 37.000 personas fallecidas. Lamentamos cada una de las vidas perdidas y dedicamos nuestra exposición también a ellos/as. (Fuente: MINSAL, DEIS MINSAL). 

Prevención y cuidados.

A medida que comprendemos mejor su funcionamiento, podemos implementar medidas más efectivas para cuidarnos y evitar infecciones de COVID-19. 

  • Prevención como el queso suizo. Independientemente de estar vacunados/as o tu edad, debemos mantener medidas precautorias para evitar infecciones. No hay hasta ahora un método 100% infalible, por lo cual es recomendable aplicarlos en su conjunto. Por eso debemos: mantener distancia física (>1.5 m), ventilación, llevar mascarilla adecuada, lavado de manos (jabón o alcohol 70%), examen de detección, seguimiento de contactos, limpieza de superficies.
  • Detección. Principales métodos actuales: examen rápido (anticuerpos) y el examen PCR.
    • Exámen rápido. Detecta la presencia de anticuerpos (IgM/IgG) que tu cuerpo genera después de exponerse al virus SARS-COV-2. Mediana sensibilidad y especificidad, menos costosa. Nota: IgM= 6-7 días después del inicio de la infección, mayor positividad a los 15 días y cerca 20 día ya no se detecta; IgG= 15 días desde inicio infección, refleja probable inmunidad (duración variable).
    • Examen PCR. Detecta el virus SARS-COV-2 usando secuencias claves de su material genético. Alta sensibilidad y especificidad, más costosa.
  • Cuarentena y microbioma. Para cuidar nuestra salud y de quienes nos rodean, hemos reducido tanto el número de personas con las que nos relacionamos como los lugares que frecuentamos. Sumando a que la actual situación nos puede poner más sensibles o estresados/as, hemos cambiado también nuestra dieta, ejercicio y aumentado la frecuencia de desinfección. Todo esto en conjunto probablemente haya causado un cambio en nuestro microbioma en este tiempo de cuarentena. Se espera que nuestro microbioma haya disminuido algo su diversidad, lo que no es necesariamente malo, solo es un reflejo de nuestros cambios exteriores que también tienen consecuencias en nuestro interior. Necesitamos protegernos para evitar que el SARS-COV-2 entre en nuestro ecosistema, tus microorganismos también se están esforzando por ello.

Si tienes la posibilidad de hacer cuarentena y acceder a trabajo o estudio remoto, por favor quédate en casa. Manteniendo distancias y cuidados podemos protegernos, y también exponemos menos a quienes no tienen la posibilidad de elegir la cuarentena y deben salir de todas maneras.

Vacunas

Las vacunas han ayudado a disminuir o erradicar enfermedades desde 1798, como la viruela, el sarampión y la poliomielitis. Las vacunas contienen una parte o versión inofensiva del patógeno, cómo una versión modificada, inactiva o parte de este para asegurar que no cause ninguna infección. Esta primera impresión del patógeno ayuda a que nuestro sistema inmune pueda reconocerlo y prepararse cuando quiera habitarnos, llamado periodo de inmunización. Ese periodo varía dependiendo de la vacuna, incluso hay algunas que duran toda nuestra vida. 

Al vacunarnos, el patógeno tiene menos opciones de dispersarse y de esta forma no puede proliferar. Así nos protegemos en comunidad, cuidándonos a nosotros/as y quienes no pueden vacunarse.

Vacuna COVID-19

Después de varios estudios y seguimientos de voluntarias/os, actualmente hay 5 vacunas aprobadas por el ISP de Chile, y todas funcionan. Las vacunas nos ayudan a que nuestro sistema inmunológico pueda prepararse para responder de forma más efectiva frente a un contagio o infección. Es como una operación Deyse, que nos ayuda a saber que hacer en caso de evacuación de nuestra sala de clases. De esta manera, si las personas vacunadas contraen COVID-19, es muy probable que sus síntomas y secuelas posterior a la infección sean menores y mucho más manejables que si no nos vacunamos. De todas maneras, igualmente debemos continuar con los métodos de prevención para proteger a quienes nos rodean.

Vacunas en Chile. Actualmente en Chile hay 5 vacunas (ISP Chile, información del 7 Abril 2021):

Vacuna/ laboratorio Ad26.COV2.S/Janssen (Johnson & Johnson) AZD1222/ Oxford AstraZeneca CoronaVac/ Sinovac Ad5-nCoV/ CanSino BNT162b2/ PfizerBioNTech
Uso emergencia en Chile
Aprobada 27 01-2021
Aprobada 20- 01-2021
Aprobada 16- 12-2020
Mecanismo acción
Vector viral
Vector viral
Virus inactivado
Vector viral
ARNm
Número dosis
1
2
2
1
2
Esquema administración
0 + 28 Días
0 + 28 Días
0 + 21 Días
Temperatura almacenaje
-20 °C
2-8 °C
2-8 °C
2-8 °C
-70 °C

Vector viral= Cápside o cubierta de un Adenovirus (otra familia de virus) con el material genético de SARS-COV-2, como un disfraz para que tu cuerpo lo pueda reconocer si aparece el verdadero.
Virus inactivado= El virus SARS-COV-2 pero no funcional, no puede proliferar ni infectar.
ARNm= ARN mensajero del SARS-COV-2, su función es dar un mensaje funcional para que cierta proteína sea producida. Cómo un post-it de algo que no debes olvidar.

  • Ad26.COV2.S/Janssen. Esta vacuna fue diseñada en Reino Unido por Johnson & Johnson y consta de sólo 1 dosis y no necesita almacenaje congelado. 

Esta vacuna consiste en un vector viral, el cual es una cápside (envoltura) de un virus atenuado (Adenovirus humano) el cual no se puede replicar ni afectarnos negativamente. Dentro de esta cápside contiene el material genético (ADN) para producir la proteína Spike o espícula, la cual puede ser reconocida por nuestro sistema inmune para generar una respuesta ante esta.

  • AZD1222. Esta vacuna fue diseñada en Reino Unido por Oxford y AstraZeneca, y consta de 2 dosis.

Esta vacuna consiste en un vector viral, el cual es una cápside (envoltura) de un virus atenuado (Adenovirus primate) el cual no se puede replicar ni afectarnos negativamente. Dentro de esta cápside contiene el material genético para producir la proteína Spike o espícula, la cual puede ser reconocida por nuestro sistema inmune para generar una respuesta ante esta.

Esta vacuna tiene un 63,09% de efectividad contra la infección sintomática de COVID-19.

Revisa más detalles en la ficha informativa de la vacuna realizada por el ISP Chile.

  • CoronaVac. Esta vacuna fue diseñada por el laboratorio Sinovac en China, y consta de 2 dosis.

Esta vacuna consiste en un virus inactivado, es decir, solo sus proteínas claves (sin material genético) y no es capaz de proliferar ni afectarnos negativamente. Nuestro sistema inmune las reconoce como extrañas y genera una respuesta ante esta.

Esta vacuna tiene un 100% de efectividad para evitar hospitalizaciones, un 74% de efectividad para reducir casos moderados y un 50,4% para casos leves en infección sintomática de COVID-19.

Revisa más detalles en la ficha informativa de la vacuna realizada por el ISP Chile.

  • Ad5nCoV. Esta vacuna fue diseñada entre China y Canadá por Cansino, y consta de 1 dosis.

Esta vacuna consiste en un vector viral, el cual es una cápside (envoltura) de un virus atenuado (Adenovirus humano) el cual no se puede replicar ni afectarnos negativamente. Dentro de esta cápside contiene el material genético para producir la proteína Spike o espícula, la cual puede ser reconocida por nuestro sistema inmune para generar una respuesta ante esta.

Esta vacuna tiene hasta un 90% de efectividad para evitar casos graves de COVID-19.

Revisa más detalles en la ficha informativa de la vacuna realizada por el ISP Chile.

  • BNT162B2. Esta vacuna fue diseñada entre Alemania y Estados Unidos por Pfizer y BioNTech, y consta de 2 dosis.

Esta vacuna contiene ARN mensajero (ARNm), una forma de información genética que tiene una corta duración. Este ARN mensajero posee el código para formar la proteína Spike o espícula, la cual una vez producida, genera una respuesta por nuestro sistema inmune.

Esta vacuna tiene un 95% de efectividad para prevenir casos de COVID-19.

Revisa más detalles en la ficha informativa de la vacuna realizada por el ISP Chile.

Conoce más sobre cómo actúan las vacunas y los distintos tipos de vacunas que existen (enlaces a la Organización Mundial de la Salud).

No estamos en guerra, contra los microorganismos.

Con el tiempo la naturaleza se ha convertido en recursos naturales, fuentes explotables y/o consumibles… como si el mundo nos perteneciera. El problema es que este enfoque tan consumista y humano-centrista nos hace creer que el mundo es nuestro, y no, somos parte de él. Estas relaciones también se ven reflejadas en nuestro lenguaje.

Hemos explorado una gran diversidad de formas de cómo nos relacionamos con los microorganismos, como un conjunto. Es importante reflexionar cómo nos relacionamos con nuestro entorno, las narrativas de nuestro lenguaje tienen un rol crucial. ¿Por qué se le declara la guerra a los patógenos humanos y no a patógenos de plantas que no son de consumo?

No nos invaden, nos infectan; un depredador no es un enemigo natural, es su forma de sobrevivir y reproducirse; no se gana la guerra contra el cáncer, es una enfermedad muy grave; los anticuerpos no son soldados, no hay una guerra contra enemigos invisibles….

Las metáforas pueden ser una gran herramienta para ayudar a la comprensión. Sin embargo, las metáforas bélicas tienen imprecisiones morales -negativas- que generan percepciones erróneas y estigmatizantes de especies como los microorganismos.

Mensaje final y resumen.

En esta exposición exploramos:

  • Nuestro mundo es microbiano. Los microorganismos son muy diversos y abundantes, teniendo un rol clave en nuestro planeta.
  • Estamos también compuesto de microorganismos, su conjunto se llama microbioma, con quienes tenemos una relación muy estrecha desde que nacemos.
  • Nuestro microbioma es único y puede variar dependiendo de nuestro origen, nuestro estilo de vida, donde y con quienes nos relacionamos.
  • Hay un pequeño porcentaje de microorganismos que pueden ser dañinos llamados patógenos.
  • Especialistas como científicos y científicas investigan sobre los microorganismos, incluyendo patógenos y su prevención. Busquemos fuentes confiables de información.
  • El cuerpo humano y los microorganismos se relacionan como un conjunto, no son nuestros enemigos.

Si cuidamos nuestro microbioma cuidamos también nuestra persona.

Somos un ecosistema

Referencias.

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  3. Millanao, Ana R., et al. 2018. “Resistencia a Los Antimicrobianos En Chile y El Paradigma de Una Salud: Manejando Los Riesgos Para La Salud Pública Humana y Animal Resultante Del Uso de Antimicrobianos En La Acuicultura Del Salmón y En Medicina.” Rev Chilena Infectol 35 (3): 299–308. https://doi.org/10.4067/s0716-10182018000300299.
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3. Mi ecosistema conectado

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